El pasado sábado, epicentro de Semana Santa, se organizaron las Jornadas de Orientación del Comportamiento (JOC) en Monells (Baix Empordà); jornadas nacidas con la intención de crear un espacio de formación en el que, entrenadores, niños y padres, alimenten los valores del deporte.
Su promotor, Xevi Bonet, coordinador de la Agrupació Esportiva Monells, con el soporte del Consell Esportiu del Baix Empordà, (a quien estamos muy agradecidos ya que fue a través de él que fuimos invitados) nos mostró que cuando crees en un proyecto, basado en valores y repleto de buena intención, no hay frenos ni impedimentos que valgan. Buen ejemplo de ello fue que, a pesar de estar inmersos en las ansiadas vacaciones de semana santa, entre compromisos familiares y buen tiempo, las jornadas de este año aglutinaron a un buen grupo de personas con ganas de aprender y de compartir. Recibir la invitación a participar por parte de los organizadores fue, sin duda, el mejor plan que se nos podía presentar ese fabuloso sábado.
La experiencia fue enriquecedora por partida doble (o más). Por un lado, como espectadores, pues creemos firmemente en los beneficios que aporta el deporte a mejorar, no sólo nuestra forma física, sino también nuestra alma. Entendemos el deporte, sea individual o de equipo, como la mejor forma de desarrollo personal. Con él adquirimos valores, competencias y actitudes que, en nuestro día a día y en cualquier ámbito, nos permiten desenvolvernos con más soltura.
Por otro, conocer personalmente a Pep Marí, jefe del departamento de Psicología del Deporte del Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Sant Cugat (Barcelona), y compartir la mañana con él. Bajo el título “Sólo ser Padres”, nos deleito con su magistral exposición en la que, con gran sencillez y de forma muy cercana, hablo de los diferentes comportamientos que tienen los padres y como, al niño, puede verse afectado su rendimiento. Identificó 4 tipologías de comportamientos/padres y sus características más relevantes. Como dijo: “a los psicólogos nos gustan las clasificaciones” pero no se quedo con una simple clasificación… no, no… fue más allá y dio una receta, un medicamento sin efectos secundarios, para cada uno. ¡Sublime!
Fue un honor y orgullo poder aprender no solo del contenido que compartió con nosotros sino de la forma tan cercana con la que lo hizo. Fueron muchas las cosas que aprendimos de él, nos quedamos con una gran premisa: “No confundir necesidades”.
Recogiendo dicha premisa, Xavier Carpintero introdujo el tema de las expectativas, las creencias y la motivación con un simple “Triángulo de 3 posiciones”, un triángulo a 3 bandas (niño-padres-entrenador) y que permite, poniéndose en cada una de las posiciones, poder llegar a entender las expectativas y las creencias que tienen cada uno de los tres actores. El objetivo era reflexionar sobre que, a menudo, proyectamos nuestras creencias y expectativas sin antes analizar las del propio interesado o… sin ir más lejos, sin antes pensar en cómo la otra persona entiende y procesa nuestro comportamiento.
No hay una única forma de ver la vida… hay tantas como ojos hay en el mundo. Apasionante ¿verdad??